El otro 8 de marzo que nos ocultaron

Nos contaron que, un 8 de marzo, un centenar de mujeres murieron abrasadas en el incendio provocado por su empresario. Se habían encerrado en su fábrica para pedir condiciones dignas en su trabajo. Tejían, pues eran obreras textiles, una tela violeta. Este color es símbolo de su sacrificio, y ese día el dedicado a la mujer.

También en esto nos ocultaron temas. Era una verdad a medias y ya se sabe que esas medias verdades son peores que una mentira. Y tuvo que ser una mujer, Ana Isabel Álvarez, quien contextualizara el mito. La investigación de Ana Isabel Álvarez, publicada en el libro Los orígenes y la celebración del día internacional de la mujer, 1910-1945 es muy útil para saber más al respecto.

Aquel día era domingo y la fábrica estaba cerrada. Aquel día sí hubo una manifestación de obreras textiles para protestar por sus precarias condiciones de trabajo. Pero el incendio ocurrió muchos años más tarde, en marzo de 1911. Y la fecha es importante.

Este incendio de la fábrica The Triangle Shirtwaist conmocionó a la sociedad estadounidense. Pero no fue el origen del Día Internacional de la Mujer, de hecho la primera celebración del Día internacional se produjo varios días antes del incendio.

Nada es inocente y menos esta media verdad que se asienta en el deseo de ocultar dos hechos fundamentales.

El primero, que la mujer es un ser humano activo, capaz de pensar y rebelarse y de luchar por sus derechos. La ideóloga de este día internacional es una mujer, líder socialista alemana, Clara Zetkin. Reclamaba el voto y los derechos femeninos en la época de las sufragistas y el Women’s Day en EE.UU. Logró que más de un millón de mujeres salieran a la calle en 1911. No se fijó una fecha concreta, pero su idea tuvo gran éxito, y las mujeres rusas fueron duramente reprimidas por secundarla.

Sin embargo, esta realidad no gustaba al pensamiento patriarcal. Y tejieron una historia de víctimas sacrificadas. La desvincularon de su contexto histórico e ideológico anterior a la I Gran Guerra, atrasándola hasta 1857. Así, ocultaron la capacidad femenina de mover a la acción contra la injusticia y nos reducen a seres débiles y dependientes. Sólo capaces de rebeliones pequeñas y puntuales que acaban en fracaso.

El segundo era su relación con el comunismo y la Revolución rusa de 1917. En Rusia, ahora sí un 8 de marzo -en su calendario 23 de febrero- , las mujeres, hartas de guerra, hambre e injusticia, y plenamente concienciadas de sus derechos salieron a la calle, con el lema «PAZ Y PAN», para reclamarlos. Eran obreras textiles, las más explotadas, y esposas de soldados muertos en la guerra.

Días después de su gran protesta, el zar abdicó y ellas pudieron votar. Se considera el precedente de la Revolución, pero no desde la historia oficial. Las mujeres lograron algo importante y volvieron a ser activas y conscientes. Peligrosas.

 Había que romper como fuera este vínculo y se forjó el mito que conocemos. La ONU se encarga de la tarea sucia. En 1975, silenció estos últimos hechos, fijó la fecha y sólo concedió a Clara Zetkin ser la lejana inspiradora de la idea, eclipsada por las precursoras de EE UU.

Ya es hora de que se proclame, de una vez por todas, que esta reivindicación surge del Movimiento Internacional de Mujeres Socialistas para promover sus derechos sin restricciones: derecho al voto, al trabajo digno sin discriminación y a ocupar cargos públicos. Los tres, por cierto, se consiguieron en la España de la II República.

El engaño no es una anécdota. Una vez más, se tergiversa la historia a favor de la sumisión femenina y el deseo de privarnos de referentes activos. Ocultar el éxito de las mujeres responde a algo turbio y recurrente. Sacarnos de la Historia.

Para colmo, en Gandia,  el gobierno del Partido Popular con mayoría absoluta da una vuelta de tuerca a lo anterior e incluye en la semana de la mujer misa solemne y un desfile de moda.

Se siente rabia al comprobar cómo se mezcla la religión católica, profundamente misógina, con una lucha por la dignidad que nada tiene que ver con ella. Cómo se vuelve a usar a la mujer como objeto, se reproducen tópicos añejos y se vende falsa progresía “concediendo” a las mujeres migajas de sus derechos.

Una ofensa para todas aquellas que murieron por sacarnos de la ignorancia, la esclavitud y la sumisión. Porque no queremos regalos, sólo exigimos nuestros derechos.

Actualización, marzo 2016: El Partido Popular ha sido desbancado del poder en la ciudad y el nuevo gobierno ha organizado actividades culturales y de concienciación de derechos más acordes con lo que significa el 8 de marzo. Pero sigue siendo necesario recordar lo que nos ocultaron. Falta mucho camino. Seguimos.

Actualización, marzo 2017: Este año se ha convocado un paro de mujeres a nivel mundial #NosotrasParamos para protestar por la violencia machista que ya ha asesinado a 18 mujeres en dos meses sólo en España, la igualdad laboral y  los derechos de todas.

Por primera vez en la historia, y con el impulso del mix feminicidios, las barbaridades del misógino y machista Trump y la revolución digital, mujeres de todo el mundo se han organizado para este paro de mujeres el día 8 de marzo.

Por un día dejamos de trabajar, de consumir y de asumir nuestras responsabilidades de cuidados. ¿El objetivo? Exigir que dejen de rebajarnos, humillarnos, pegarnos, acosarnos, atemorizarnos, violarnos y asesinarnos. Y de paso demostrar que, como dicen las compañeras de Territorio Doméstico, “sin nosotras no se mueve el mundo”.

Para demostrar que somos la mayoría, que estamos cansadas e indignadas, y que si nos tocan a una, nos tocan a todas.

Para muchas mujeres será imposible parar porque no se lo pueden permitir económicamente, porque temen represalias en sus trabajos, o porque no hay nadie que asuma las responsabilidades de cuidados que recaen sobre sus hombros.

Hombres, empresas y estados siguen sin asumir sus responsabilidades de cuidados. Seguimos siendo las mujeres las que asumimos sistemáticamente ese trabajo, y por ello muchas no podremos parar de cuidar. Porque los cuidados no pueden parar. Porque sostienen la vida y sin ellos el mundo se apaga.

Las manifestaciones han sido masivas. Esperemos que no cesen. Todos los días son 8 de marzo hasta que no consigamos la igualdad real.

Actualización, marzo 2018. Un año después, la huelga feminista del 8M logra sacar a la calle a cientos de miles de mujeres con manifestaciones masivas en más de 60 ciudades. Un año después, se demuestra que el movimiento feminista es imparable y está dispuesto a plantar cara al patriarcado. Un año después, las mujeres tuercen el brazo a un Gobierno del Partido Popular que se ha caracterizado y caracteriza por los recortes a víctimas de violencia machista, regresión en igualdad educativa, pasividad ante asesinatos machistas y cinismo a la hora de atender a reivindicaciones de mujeres. Ni cumple Ley de Igualdad, ni la Ley contra Violencia Machista y presume -cínicamente- de fomentar la igualdad. Basta ya de engaños. Nos veremos en las urnas. Esta huelga histórica es sólo un aviso.

Como afirma Griselda Pollock:

El feminismo es la gran revolución intelectual de nuestro tiempo.

Nos hemos puesto en pie y sabemos nuestra verdadera estatura, como dijo Emily Dickinson y ha dibujado maravillosamente Paula Bonet.

Actualización, marzo 2020: El primer 8 de marzo con un Gobierno progresista. El primero, también con la triste entrada de la ultraderecha en el Parlamento. Las fuerzas retrógradas se unen otra vez contra el progreso de la humanidad y el avance en igualdad. La extrema derecha impide una declaración en el Senado a favor de la mujer en la ciencia.

El mismo domingo, 8 de marzo, la ultraderecha convoca un acto en Madrid en un espacio cerrado con miles de personas en el que intenta contraprogramar las manifestaciones. Ha reivindicado su defensa de las mujeres “libres” en un caso más de manipulación del lenguaje. En este caso es «la libertad de obedecer» y callar.

Así actúa la Lengua de la Extrema Derecha Populista (LEDP), según Jorge Gaupp y G. Labrador:

Libertad. Uso corriente: Capacidad humana de actuar según la propia voluntad. Uso LEDP: Facultad de una persona derechista para insultar, calumniar o ridiculizar a cualquier persona de izquierdas, migrante, feminista o nacionalista periférico sin que esta le conteste, porque en ese caso ya no existe libertad, sino censura o dictadura progre. Uso LEDP 2: Libertad de los empresarios y financieros para tomar cualquier decisión, pero no de sus trabajadores para cuestionarla, ni del estado para regularla. En ese caso, se trataría de comunismo. Uso LEDP 3: La vieja “libertad de obedecer” del fascismo joseantoniano, esto es, la libertad de hacer exactamente lo que te manden o atenerse a las consecuencias.

Algunos sindicatos han convocado huelga para este 8 de marzo, pese a caer en domingo. En Murcia, la convocatoria se extiende también al lunes.

Feministas valencianas convierten la Plaza de la Virgen en la Plaza de las Piqueteras. Un pequeño grupo de personas ha increpado al grupo, que ha continuado, sin incidentes, su ruta.

En Valencia, las mujeres migrantes de Mujeres con voz se han concentrado ante el CIE de Zapadores. Claman por el cierre de los centros de internamiento, la abolición de la ley de extranjería y contra el racismo y el colonialismo.

Comunicadoras 8M, un grupo de periodistas y profesionales de la comunicación, ha leído su manifiesto a mediodía en la Plaza del Reina Sofía, en Madrid. Las mujeres piden más feminismo en las redacciones de los medios y han denunciado conductas sexistas en los medios de comunicación.

El feminismo anticapitalista es el eje vertebrador del movimiento feministas vasco y hoy ha vuelto a convocar a miles de mujeres en Bilbao.

No podemos bajar la guardia, porque ningún derecho –y menos los de las mujeres- está consolidado. La amenaza estará siempre ahí, acechante, porque el patriarcado es muy reticente a perder sus privilegios.

Confunde la igualdad con opresión. Los derechos femeninos, con ataques a su estatus de poder. Y percibe nuestra libertad como insolencia y amenaza intolerable a su prepotencia.

Cualquier excusa les valdrá para revertir lo conseguido. Y debemos recordar siempre que es tan difícil avanzar en derechos como fácil es perderlos.

No olvidemos nunca que los enemigos de la igualdad son, en realidad, enemigos de la democracia.

 

 

Actualización – marzo 2021

Llega este marzo tras un duro año de pandemia, restricciones y crisis de cuidados que vuelven a recaer sobre las mujeres.

Según las primeras investigaciones, aunque los hombres han aumentado su participación en las tareas domésticas y de cuidados durante la pandemia, la carga principal ha seguido recayendo sobre las mujeres. Ellas también flexibilizan más sus condiciones laborales para poder cuidar. “Aunque el trabajo que hay que resolver dentro de la familia ha aumentado de una manera sin precedentes, el cambio en la distribución ha cambiado muy poco”, explicaba la economista Lídia Farré, autora de uno de esos estudios.

A ello se une una triste división el el movimiento feminista que amenaza con más nubarrones el potente movimiento en una época en la que las amenazas contra los derechos de las mujeres se recrudecen y aumentan. No olvidemos nunca que todo avance significativo por nuestra parte es seguido por un movimiento represor y un auge del machismo. Hay un sector masculino muy reticente a perder sus privilegios.

Los retos que afronta el feminismo son grandes. Teorías de la conspiración archivadas por la justicia, ultraderecha negacionista y miedo por parte de algunos a la igualdad se unen a una brecha creciente y peligrosa dentro del movimiento. Una tormenta amenazante.

Cuenta, eso sí, con un capital enorme acumulado en los últimos años que hay que seguir gestionando.

Actualización- marzo 2022

Tristeza inmensa.

El feminismo ha caminado este 8 de marzo por primera vez separado en las calles de una veintena de ciudades. En Madrid, que marca el pulso de este día, ambas han sido a la misma hora pero con recorridos diferentes.

Vista general de la plaza de Cibeles de Madrid durante la manifestación convocada por la Comisión 8-M. Más de 50.000 personas participaron en la marcha de esta organización (la convocante de anteriores ediciones) Y otras 3.000 lo hicieron en la convocatoria que transitó por la Gran Vía madrileña, según datos de la Delegación del Gobierno en la capital.

Tenemos fuerza pero no podemos permitirnos la división interna. Solo da alas al patriarcado.

Actualización- marzo 2023.

En ciudades y pueblos de todo el país habrá concentraciones y manifestaciones que tratarán de sacar músculo y mantener el impulso que hace cinco años logró sacudir a la sociedad. De fondo late un contexto político de confrontación en torno a la igualdad y una brecha en el movimiento feminista que cristaliza en algunos territorios en dos manifestaciones por separado.

Aun así seguimos con fuerza.

Actualización- marzo 2024

Sigue, tristemente, la división.

Casi cuarenta marchas salen este viernes, 8 de marzo, en distintos puntos de España para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. En varias ciudades, como Madrid, Toledo o Cádiz, se evidenciará la división del feminismo.

El Gobierno se ha reunido en un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar medidas relacionadas con la mujer, con la igualdad y contra la violencia de género.

Pese a todo las manifestaciones han sido masivas.

Más que la división que lastra al movimiento feminista desde hace dos años, que en este 8M ha sido menos ruidosa, lo que realmente ha marcado la celebración del Día Internacional de la Mujer ha sido la polarización política que vive el país y que ha golpeado de lleno esta jornada reivindicativa.

Uno de los hitos entre el pasado 8M y este fue el ‘Se acabó’ que iniciaron las jugadoras de la selección femenina de fútbol el pasado agosto.

Estaba en la cabecera de la marcha de la Comisión 8M en Madrid y en el espíritu de la reivindicación.

Por un lado, lo conseguido en los últimos años.

Por otro, la declaración de intenciones ante lo que queda.

Un  44% de hombres   creen que las políticas de igualdad han llegado demasiado lejos y corresponden mayoritariamente, según la encuesta del CIS, con votantes del PP y Vox.

Echar un vistazo a las manifestaciones y participar en ellas era ver con claridad la otra cara de la cifra, ese 56%. Hombres de todas las edades acudían a las convocatorias, algunos con otros hombres, otros al lado de compañeras. Ayer vi a muchos hombres en la manifestación de mi ciudad.

 

Hay muchos hombres que se sienten feministas. Que luchan por la igualdad, que no se sienten amenazados. Que están dispuestos a compartir no a dominar. Que se replantean su «masculinidad hegemónica» para adaptarla a los nuevos tiempos. Que entienden que el patriarcado es un sistema perverso de dominación de las mujeres. Que desean vivir en una sociedad igualitaria.

Que siguen explorando, preguntando y empatizando con las mujeres para alcanzar la igualdad.

Son el mejor ejemplo para las nuevas generaciones.

Siempre habrá resistentes. Porque, como decía el maestro Antonio Machado:

Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.