Un año de amaneceres. Poesía, música e imágenes para la esperanza

 

 Passa la llum per amagats camins

i arriba al cor de la tenebra

PALAU i FABRE

Hace un año que escribí una entrada en este blog dando cuenta de una curiosa costumbre. Un diálogo de imágenes y palabras en Twitter.

Desde entonces  no ha habido día en el que esta conversación tuitera no tuviera lugar. En frías mañanas de invierno, lluviosos amaneceres de primavera, calurosas albas de verano…

Mi amiga Pura perfecciona cada día su técnica fotográfica y ya es, también, una experta en poesía. Una experta que me enseña, cada día, hermosas palabras nuevas en su melodiosa lengua.

M’agitaré al vent

m’escalfaré al sol,

em gronsaré a les ones

de mars indolents

MARIÀ MONTESINOS

Palabras de poetas que nos hacen seguir adelante porque  nos empujan, nos hacen caminar y nos consuelan de tanta mala noticia. Porque siempre nos queda la palabra ante la infamia.

En este año ella también  ha descubierto  y me descubre voces que emocionan, como Silvia Pérez Cruz y esta hermosa habanera

Su música, sus poemas, sus reflexiones me estimulan cada día a buscar una respuesta. Me obligan a «amanecer» a pesar de las nubes, a buscar la luz entre la oscuridad, a ponerme en marcha siempre. No hay excusa. Sus palabras y sus imágenes están ahí, retadoras, hermosas… Esperando la contestación.

Y nos retamos a caminar, a volar, a soñar para hacer los sueños realidad. A mirar el mar siempre igual y siempre diferente, el sol, la luz, el color diferente de cada día… A remar el azul hacia el horizonte. A negarnos a la inmovilidad.

Una inyección de ánimo que nos permite echar a andar con alegría.

Y también me animan a descubrirle, quizá, autores que cantan poemas en otra lengua hermana que yo escuchaba con frecuencia en mi infancia zamorana, el gallego de Rosalía de Castro cantado por Amancio Prada

Nunca pensamos que estaríamos ahí un año entero. Tampoco, que gente curiosa y amable leyera nuestros poemas, interviniera, nos animara. Nos leyera y nos siguiera cada día con una fidelidad que se agradece. Una compañía que cambia, se modifica, nos empuja en momentos de desánimo y nos hace seguir en la tarea.

Hasta un buen amigo, un alumno que ha tenido que irse, literalmente, al fin de la tierra para encontrar un trabajo, nos sorprendía con un amanecer delicioso desde los confines del mundo.

Si em permeteu, nos decía, així ix el Sol des de la meua terrassa, a l’altra part del món! #bondia

Una sorpresa que nos une en la distancia y que demuestra que, en esta aldea global, no existen las fronteras.

Que somos nosotros los que nos empeñamos en buscar diferencias. Porque el sol sale igual para todos cada mañana.

No podría explicar la sensación que sentí al leer las palabras de este joven valiente y ver su fotografía. Una sensación agridulce.

Y recordé los hermosos y duros versos de Juan Gelman

No debiera arrancarse a la gente de su tierra o país, no a la fuerza.
La gente queda dolorida, la tierra queda dolorida.
Nacemos y nos cortan el cordón umbilical. Nos destierran y
nadie nos corta la memoria, la lengua, las calores. Tenemos que
aprender a vivir como el clavel del aire, propiamente del aire.
Soy una planta monstruosa. Mis raíces están a miles de
kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares
y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche,
duelen de noche bajo el sol.

Y sentí que la distancia se acortaba…

Tampoco pensaba que yo me atreviera a hacer alguna foto en los raros días en los que tuve oportunidad. Mi amiga había puesto el listón muy alto.

Sin embargo, tímidamente, lo hice desde mi pequeño paraíso

La luz comienza a hablar cada mañana.  Y nacieron de nuevo las palabras…

ALBI

En este nuestro primer cumpleaños, Puri Naya, una incansable periodista de Radio Gandia, nos hizo esta amable entrevista en la que  intentamos explicar lo inexplicable.

Porque la realidad es que estas cosas no se planifican, ni se preven, ni se explican. Suceden. Simplemente.

Gracias a Puri Naya por ser tan sensible a la poesía, a la música y a la belleza. Gracias por haberle hecho un hueco a las palabras poéticas y matinales de dos amigas en la radio,  en medio de las noticias de cada día.

Porque el hecho cierto es que el juego va más allá de la pura descripción de un paisaje. Las fotos, la música, los poemas son un pretexto para decirnos lo que pensamos de la vida, de los acontecimientos, de lo que soñamos, lo que lamentamos, lo que deseamos y lo que rechazamos.

El empeño de cada mañana es la tenaz resistencia a resignarnos. Es la esperanza de la luz. Es la necesidad de la certeza de que hacemos nuestra vida, y de que no permitimos que nos la hagan otros.

Como decía José Agustín  Goytisolo  en este hermoso canto a la vida que siempre he recordado en momentos difíciles

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

A veces, en las tardes, nos encontramos de nuevo, entre los quehaceres del día, y volvemos a hablar con la voz de los poetas.

Porque no huimos de nada, no queremos huir de este mundo áspero que nos rodea. Queremos seguir siempre cara a cara con la realidad. Porque amanecer es volver a la vida y es una obligación caminar cada día.

Así se lo decía, a partir de los versos de Machado, un día de estos en los que era imprescindible hablar de esperanza y en los que cambié las imágenes del mar por los álamos de plata de tierra adentro.

Un día en el que me encontré, de repente, con un mar verde esperanza que apunta, incansable, al azul… Una hermosa metáfora de la resistencia y la superación.

He vuelto a ver los álamos dorados…

MACHADO

Y ahí seguimos. Rodeadas de palabras, de música, de poesía. Buscando los amaneceres, luchando por los sueños, negándonos a la resignación, persiguiendo la esperanza…

Porque, en palabras de Ángel Gabilondo

Las palabras no son las cosas, pero indican por dónde buscarlas.

Y las palabras nos han enseñado a comenzar cada día deseándonos fuerza para remar el azul, para buscar sin descanso lo que cada día nuevo nos exige y también lo que nos ofrece. Que es mucho. Ni más ni menos que la vida que sigue.

Como dice el poema de Kavafis y canta Lluís Llach, el camino a Ítaca nos hace más sabios y más fuertes.

Quan surts per fer el viatge cap a Ítaca,
has de pregar que el camí sigui llarg,
ple d’aventures, ple de coneixences.
Has de pregar que el camí sigui llarg,
que siguin moltes les matinades
que entraràs en un port que els teus ulls ignoraven,
i vagis a ciutats per aprendre dels que saben.