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Juventud rota

15/08/2013

No se juegan la vida atravesando el Estrecho en barcas de juguete, como los subsaharianos.

No arrastran maletas de cartón como sus abuelos en los 60.

No son analfabetos, saben idiomas y tienen carrera y algún máster.

Pero se llevan su vida en la mochila y la maleta de ruedas. Dejan atrás familia, amigos, ilusiones y un país cruel que los echa.

Son más de 300.000 jóvenes que desangran esta sociedad rota ante la mirada impasible, cuando no cómplice, de unos gobernantes que nada hacen por impedirlo.

El lunes se celebró el Día de la Juventud. Y supimos que casi el 60% de jóvenes españoles está en paro y sin prestación.

Viven gracias a sus padres y abuelos. Sobreviven con trabajos esclavos, en negro, sin cotizar, sin futuro, sin derechos.

También supimos, que muchos de los que emigraron han vuelto. El paraíso prometido resultó ser otro infierno. Contratos “a cero horas” y siempre disponibles para la empresa. Minijobs indecentes que obligan al pluriempleo. Renuncia a vivir, a vacaciones, a tiempo libre, a la dignidad más elemental.

Alemania no era la tierra prometida. Era la avanzadilla de la esclavitud laboral que nos espera en septiembre.

Sus voces rotas hablan de la injusticia de no tener mañana. De la frustración de sentirse engañados. De la rabia de saber que los de arriba están en otras cosas, incluidos los juzgados.

De ver a su presidente, Mariano Rajoy, usar el Peñón para ocultar sus mentiras, mientras los deja  en manos de empresarios sin escrúpulos.

Sus rostros juveniles se nublan cuando vuelven a casa y las ruinas aún son más visibles.

Quiero pensar que no han perdido la esperanza.

Que

les queda no decir amén,

recuperar el habla y la utopía,

ser jóvenes sin prisa y con memoria,

situarse en una historia que es la suya.

, como decía el poeta Mario Benedetti.

Ser joven no es conformarse. No es anhelar convertirse en asesor del Partido.

Es no dejarse engañar por los falsos profetas del desastre. Es confiar siempre en la condición humana más noble, aunque esté enterrada por el egoísmo y el miedo.

En un mundo injusto, se trata de actuar. Participar para construir el futuro que no se hará sin ellos. Exigir el bien común con la generosidad propia de la juventud.

Levantarse contra los crímenes económicos. Contra el rostro visible de un mercado que ha dictado el funeral del Estado de Bienestar para su propio beneficio.

Les pido, con Benedetti, hacer futuro, a pesar de los ruines del pasado y de los granujas del presente.

Porque los necesitamos mucho. Porque, sin ellos, este país no existe.

Imagen: Pintura de Daniel Coves

11 comentarios leave one →
  1. Joan permalink
    15/08/2013 14:37

    Menuda herencia que les hemos dejado a esta generacion de jovenes.Yo tengo 45 y tuve un trabajo al acabar los estudios.Otros que no estudiaron tambien se pudieron labrar un futuro.Pero a nuestros jovenes de ahora no les hemos dado esa opcion y en cierta manera les hemos engañado ( aunque sea involuntariamente). Y encima algunos se atreven a criticarlos y a recriminales falta de compromiso. Espero que los jovenes no decidan llevarnos a la generacion anterior al Tribunal de Estramburgo, porque probablemente ganarian el juicio.Tal vez nos tocara pagar nuestra penitencia mas adelante pues probablemente seremos la primera generacion de mayores-jubilados que tendra peor calidad de vida que la que tuvieron sus padres
    JFM
    Pd. Disculpar las faltas ortograficas pues desde Ipad todavia no he aprendido a acentuar.

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    • 15/08/2013 16:59

      No creo que debamos sentirnos responsables. El culpable es un sistema injusto que devora los derechos de la mayoría en favor de una minoría.

      Si acaso sólo somos responsables de no haberlo visto antes. De habernos dejado llevar.

      La mejor denuncia que pueden hacer los jóvenes es luchar por cambiar las cosas. Ya lo hacen, y estoy segura de que lo lograrán. Aunque necesitan la ayuda de los no tan jóvenes.

      Juntos podemos hacerlo y nos va en ello el futuro. Se trata de no resignarse nunca.

      Gracias por tus reflexiones.

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  2. Joan permalink
    15/08/2013 14:50

    Bueno pues mira por donde ya se como se acentua con el iPad.Hay que mantener pulsada la vocal que quieres acentuar y te aparece un desplegable con todas las opciones. Para futuros comentarios ya no hay excusa ( para cometer las menores erratas posibles).
    JFM

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    • 15/08/2013 17:03

      ¿Ves? Todo se puede lograr. Lo pequeño y lo grande. Insistir, probar, volver a insistir… No desanimarse.

      Sólo hay que intentarlo. :-))

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  3. 16/08/2013 0:12

    Me considero joven, aunque hace unos 13 años que acabé la carrera y he cumplido ya los 38. Como bien sabes, Agustina, estuve casi seis meses «trabajando» en una radio local cuyo nombre omitiré. He entrecomillado lo de «trabajar» porque ni coticé ni cobré un solo céntimo. «Quien se come los huesecitos se comerá las mollitas», me dijo el director de la emisora cuando hablé con él la primera vez, prometiéndome para el futuro «algo mejor».

    Así estuve esos casi seis meses. La radio cerró y volvió a abrir semanas después con un nombre diferente, el cual también omitiré. La oferta, lejos de mejorar, empeoró todavía más. Además de «trabajar» lejos de la legalidad laboral se me pidió que aportara un patrocinador que «pagara» mi espacio de cultura y deportes. Otra vez me habló de «huesecitos» y «mollitas». Me fui sin responder y no he vuelto a hablar con él. Creo que entendió que puede comerse él mismo tanto los «huesecitos» como las «mollitas». Desde luego, no me ha vuelto a llamar. Ni espero que lo haga.

    Todo esto lo escribo porque es evidente la indefensión que viven los recién titulados. Pero los que estamos casi en los cuarenta lo tenemos igual de mal (o peor). En muchos trabajos no se admiten personas mayores de tal o cual edad. Desde luego, rendirme no me voy a rendir. Pero que pasen estas cosas en pleno siglo XXI le fastidian a uno mucho, muchísimo. Un fuerte abrazo y a seguir luchando por lo que es de justicia.

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    • 16/08/2013 9:33

      Desde la rabia que me produce conocer tu caso y el de tantos otros, escribí la columna.

      La cruel y terrible metáfora del jefe de esa radio innombrable es un exponente claro del desprecio de algunos empresarios -los más- a los derechos, a la justicia, a la decencia.

      Encima se burlan… Y te exigen que pagues por trabajar. Indecente.

      También la escribí desde la esperanza en la resistencia y en los jóvenes y no tan jóvenes. Desde la esperanza de que todo cambie.

      Sé que no te rendirás. Lo sé porque te conozco. No hay que permitir que los derechos que han costado tanto esfuerzo, vidas incluso, se pierdan en esta ofensiva neoconservadora que nos aplasta. Cada vez tengo más clara la estafa de esta supuesta crisis.

      Un abrazo y seguimos luchando. Cada cual en su parcela. Juntos somos más fuertes.

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  4. 1234abcd permalink
    16/08/2013 12:43

    Agustina, en mi opinión ese » sistema injusto que devora los derechos de la mayoría en favor de una minoría» no esta por casualidad sino porque como comentas, «nos hemos dejado llevar». No estoy diciendo que la irresponsabilidad haya que repartirla proporcionalmente porque «unos pocos» son mucho más responsables que los «otros muchos».

    Pero en vista al resultados parece claro que los «otros muchos» tendremos que hacer algo diferente a lo que hemos hecho hasta ahora ( aunque no sepamos exactamente el que hacer). Esperar que la reflexión y cambio lo vayan a hacer los «unos pocos» será como pedirle peras al olmo o como pedirle al zorro que nos vigile el gallinero.»Unos pocos» solo cambiaran cuando vean que «unos muchos» han cambiado.

    Saludos y nada de rendirse

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  5. Joan permalink
    16/08/2013 12:45

    Agustina,soy Joan y no le pillo el punto a esto.

    Solamente comentar que el comentario anterior es mío aunque ha aparecido el nombre 1234abcd

    Saludos

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  6. ana r permalink
    16/08/2013 17:38

    Has reflejado muy bien la vergonzosa situación que está viviendo nuestra juventud. Todos conocemos casos sangrantes, pero también nos podemos sentir orgullosos por su tenacidad, perseverancia y su desaliento.
    Como decía mi abuela: «No hi mal que dure cent anys». Espero que se cumpla y volvamos a reírnos no sólo a sonreír, que falta nos hace.
    Saludos.

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    • 18/07/2017 18:13

      ¡Qué distinto sería este país con esos jóvenes trabajando, investigando, luchando por la justicia igualitaria!
      ¡Qué futuro tan diferente al oscuro porvenir de paro y trabajo esclavo que nos han impuesto!
      Sigo aferrándome a la esperanza en ellos y en nosotros. No acabarán con todo. No se lo permitiremos.

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